ASÍ EMPEZÓ TODO
En un tarde de octubre de 2011, conversaciones en torno a Howard Gardner y de cómo desarrollar la mente creativa que desde hacía mucho tiempo no dejaba de latir sin encontrar una vía de salida… de repente, entre risas y cafés, todo cobró sentido en un proyecto en el que el arte floral, el diseño, la vida natural y tranquila marcarían el camino a seguir.
Así que viramos al origen y nos afincamos en un lugar mitad imaginario, mitad real al que llamábamos la foresta.
Pero este encantado bosque necesitaba un nombre y una imagen para llegar al mundo exterior… y así fue como el regalo inesperado de nuestra queridísima Laura Cima afianzó el “naming” uniendo el artículo al sustantivo, Laforesta, y materializando la esencia de este extraño lugar con un logo que no nos puede gustar más.