Madreselva
Es mágica y norteña… antiguos druidas recolectándola con las pequeñas hoces atadas a sus cinturones y delicadas “xanas” trenzando coronas de madreselva entre sus largos y rubios cabellos.
Los anglosajones la denominan como “honesuckle”, que podría traducirse como miel para libar, como si de abejas se tratara, y así lo hacíamos de pequeñas, porque su néctar tiene un sabor dulce a caramelo.
Su nombre científico lonicera en honor a Adam Lonicer, fue descrita por Carlos Linneo en 1753, “Species Plantarum” y la realidad es más prosaica, se trata de un arbusto trepador invasivo cuyas bayas son levemente tóxicas.
Pero volvamos al encanto de la preciosa madreselva y dejémonos llevar por su aroma y sus grandes propiedades medicinales recogidas desde tiempos medievales
– Al caer la tarde su aroma se intensifica, un poco a miel, un poco a caramelo
– Depurativa, elima toxinas
– Antiséptica
– Antibiótico natural
– Alivia la anxiedad
Llegados hasta aquí, te propongo salir al campo en busca de un arbusto de madreselva, hacer fotos, oler y degustar su néctar por la parte alargada de la flor, recolectarlas y volver a casa y hacer un delicioso té con ellas… te animas?
Té de madreselva
2 personas
Ingredientes:
– 2 tazas de flores de madreselva
– 1 litro de agua mineral
– Hielo
– Miel
Preparación:
– Recolecta las flores de madreselva, sólo la flor
– Límpialas y ten cuidado de que no tengan pequeños “instrusos”
– Pon el agua a calentar y añade la madreselva
– Deja 3 minutos en ebullición y retira el cazo del calor
– Añade miel al gusto
– Tapa el cazo con un paño y déjalo unas horas
– Cuela el líquido y tendrás tu té
Tips
– Ponle unos hielos
– Añade hierbabuena o menta
– Decora con unas flores de madreselva
– Corta unas cuantas ramas y haz un arreglo floral
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